A partir del curso escolar 2022-2023 la nueva ley LOMLOE (Ley Orgánica 3/2020 de 29 de diciembre) se aplica en todo su contenido para los cursos impares, 1º-3º ESO, y 1ºBachillerato, a través de los Reales Decretos correspondientes. En la ESO el RD 217/2022, y en Bachillerato, el RD 243/2022. Sustituye a la anterior Ley Orgánica 8/2013 (LOMCE), y al RD 1105/2014, lo cual supone una serie de cambios sustanciales, donde destacamos dos: la consideración de un aprendizaje competencial, y la modificación de diferentes elementos curriculares. Pasamos a comentar estos dos aspectos.
1. La consideración de las competencias como elemento fundamental del currículo.
Aunque la anterior ley LOMCE consideraba las competencias (clave) como un importante elemento a tener en cuenta, la evaluación se basaba fundamentalmente en la adquisición de conocimientos por parte del alumnado. Enfocado a esto, se encontraban los Estándares de aprendizaje, donde la administración nos establecía de forma bastante cerrada los Contenidos precisos que debíamos impartir a los alumnos, así como los Criterios de evaluación, dejando las competencias clave en un marco bastante teórico. Ahora bien, la nueva ley LOMLOE quiere que las competencias sean la base para evaluar al alumnado, y no enfocarse exclusivamente en los contenidos (los cuales reduce notablemente en forma de Saberes básicos). De esta forma, con la nueva ley, tenemos que evaluar por competencias, esto es, no sólo por los contenidos, sino también y de igual importancia, evaluar las destrezas y actitudes, que los alumnos deben de aplicar en Situaciones de aprendizaje cercanas al mundo real. Por tanto, ya no se trata exclusivamente de contenidos, sino de saber aplicarlos para desenvolverse en diferentes contextos. A modo de ejemplo, ya no se pide al alumno o alumna en biología conocer el sistema digestivo, sino de llevar a cabo hábitos de vida saludable, es decir, utilizar los conocimientos de nuestro organismo como base para desarrollar habilidades y actitudes frente a los hábitos alimenticios.
2. La modificación de diferentes elementos curriculares con respecto a la anterior ley.
La LOMLOE añade una serie de elementos curriculares, vinculado con su vocación de que el desarrollo de las competencias sean el principal elemento en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Observamos en el gráfico adjunto, tanto las diferencias, como los nuevos elementos elementos curriculares.
- El nuevo currículo parte en cada etapa (ESO/Bachillerato) de unos Objetivos de etapa, algo parecido a la LOMCE. Estos objetivos se alcanzan a través de las 8 Competencias clave (siguiendo los parámetros europeos se incluye la competencia plurilingüe, y se tienen en cuenta los objetivos de desarrollo sostenible)
- A su vez, dichas Competencias clave se desarrollan mediante una serie de Descriptores Operativos de cada Competencia, que configuran lo que se denomina como Perfil de Salida, esto es, lo que se espera que el alumno haya aprendido al terminar la etapa de la ESO/Bachillerato.
- Para poder aplicar las Competencias clave de una etapa (ESO/Bachillerato) a una materia concreta, los Descriptores operativos de cada competencia clave se relacionan con lo que se denominan Competencias específicas, esto es, competencias concretas para cada materia o ámbito. Estas competencias específicas consisten pues en habilidades, saberes y capacidades concretas de cada asignatura. Este es el principal cambio de la nueva ley, llevarse las competencias al nivel de cada asignatura, estableciendo dos niveles competenciales (1º nivel de competencias clave de etapa, 2º nivel de competencias específicas de la asignatura), relacionados entre sí por unos Descriptores operativos.
- Estas Competencias específicas de cada asignatura, se evalúan en base a unos Criterios de evaluación fijados por la administración, los cuales deben de adaptarse a los Saberes básicos (mínimos) que marca la ley.
- Aquí es donde entra en juego los Decretos de las diferentes Comunidades Autónomas, los cuales complementan tanto los Criterios de evaluación, como los Saberes básicos, desarrollándolos en mayor o menor medida a través de Contenidos más extensos y específicos (según asignaturas).
- A partir de los Contenidos, y siempre buscando un enfoque competencial (que los alumnos aprendan contenidos, destrezas y actitudes), los profesores tienen que diseñar conjuntos de actividades vinculadas a un contexto real, mediante Situaciones de aprendizaje, algo parecido al aprendizaje basado en proyectos.
- Finalmente, y mediante Indicadores de logro y rúbricas, se evaluará el porcentaje de adquisición de la competencia específica, y por tanto la contribución de la asignatura a la adquisición de las competencias clave.
A partir de estas nociones fundamentales, en el curso de preparación de OPOGEO os enseñamos a llevar a la realidad docente todos estos conceptos, con el objetivo de desarrollar la Programación y las Unidades didácticas, siguiendo el siguiente esquema: